Seg n un viejo dicho, cuando una puerta se cierra, otra se abre, y eso es m s cierto en Virgin River que en casi ning n otro lugar en el mundo Despu s de pasar a os en ranchos de la zona de Los ngeles, Clay Tahoma estaba encantado de ser el nuevo asistente veterinario de Virgin River. La belleza salvaje de aquel aislado pueblecito resultaba cautivadora para un navajo como l, y todos le recibieron con los brazos abiertos... todos menos Lilly Yazhi. Lilly ya hab a tratado con una buena cantidad de hombres fuertes, callados y tradicionales en su propia comunidad india, y no ten a ganas de aguantar a m s. Estaba convencida de que el primitivo y sexy atractivo de Clay no era m s que una estratagema para encandilar a ricachonas como su exmujer. Era innegable que se trataba de un hombre con muy buena mano para los caballos, pero no estaba dispuesta a permitir que la controlara. Solo hab a un problemilla no pod a evitar sentirse atra da por l. Pero en Virgin River, tanto la fe en un nuevo c